
"Ella respondió: sea así cómo lo habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana". Josué 2:21
La mujer hizo uso de la ley de reciprocidad “que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre” el compromiso incluía la vida y los bienes. v13.
Aquella abertura se convirtió en un símbolo de la fe y la vida, por ella descendieron los espías para escapar de Jericó, en ella también pendía el cordón de grana que salvaría a Rahab y su familia, la ventana que nos adelanta la universalidad del plan de Dios, los espías eran judíos, Rahab y su familia gentiles.
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". 2 Pedro 3:9 Reina-Valera 1960
Dios siempre abrirá para nosotros una ventana a la fe, a la vida. Ese cordón nos recuerda la sangre en la puerta de los israelitas, para que el ángel de la muerte no entrara, noche de la muerte de los primogénitos de los egipcios. Pero también la sangre de Jesús, el cordero de Dios, la sangre que nos protege, la señal segura.
La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado, la marca está sobre su vida, no tema, acepte el perdón de Dios, usted ha sido redimido (es decir, se pagó el precio requerido), no hay más que hacer, su gracia lo alcanzó. Usted es pueblo de Dios.
Día 7 - "UNA SEÑAL SEGURA"

